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Dos Equis, parte I

Cuando el peso de la situación se vuelve insoportable, ¿qué hacer?

Memento el valor, luchar porque vale la pena.

Memento la parcialidad pasional desequilibrada. Hacer ajustes. O intentarlo al menos.

Memento que el tiempo influye en la experiencia, y las dos equis se despliegan impasibles, imperturbables. Siempre lo he sabido.

Ridi, pagliaccio.

La parte uno debería ser la dos, o tres. No me refiero a las entradas publicadas después (esta primer parte se publicó mucho antes que las anteriores, ni siquiera estaba seguro que habría más…) sino a que no he escrito a detalle todos los episodios que hubieran podido integrar en cada momento relevante la parte 1.

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Alle Häuser sind verschneit
Und in den Fenstern Kerzenlicht
Dort liegen sie zu zweit
Und ich
Ich warte nur auf dich

—Rammstein