Ayer la pálida penumbra en la que habito en los últimos meses, bastante aceptable e incluso agradable, pero pálida al fin, me pareció súbitamente más sombría y oscura, a pesar de que de alguna manera continuó en el mismo tono, uno que ya conocía.
El valor de una asunción que resultó ser inexacta, eclipsada precisamente por lo que creí poco probable en esta cercanía temporal, resultó ser de un peso mayor al esperado. Y no es que una tragedia de proporciones apocalípticas se haya manifestado, no, y si en algún momento parecí estar cerca de ella, el hecho innegable es que continuo paseando por la galería, aún cuando sea en pálida penumbra.
En una canción, en cualquier canción donde lo banal se sublima, quisiera habitar… por unos días en un oscuro exilio del que pueda regresar a voluntad. Donde juicios aleatorios empapados de ignorancia carezcan de existencia, en una pálida penumbra.
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