Meditare (así, sin tilde, más bien con acento italiane). Después de tanta expectativa por el escape de la esclavitud con horario laboral, y tanto tiempo de pensarlo una y otra vez, he llegado a un punto de estancamiento. No estoy seguro de qué camino tomar.
No sé ni qué hacer, ni a dónde ir. Lo quiero todo, pero siendo las opciones limitadas, debo enfocarme en algo sólido, sensato y asequible, y luchar con todo por ello.
Tengo varias ideas y opciones, pero las cosas ya no son tan fáciles como lo hubieran sido no más de medio año atrás. Por otro lado, también hay otras cosas por las que vale la pena esperar otro tiempo antes de emprender el viaje.
Vivir viajando suena “muy bonito”, y quizá animarse, sin pensar mucho en las consecuencias e implicaciones, puede que sea fácil. Pero llevarlo a cabo, creo que tiene bastantes retos. Obviamente no lo considero algo permanente, pero sí para una buena temporada.
Necesito un cómplice.
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