El otro día iba en el camión rumbo a no se dónde.
De pronto, cerca de una plaza, el camionero hizo una parada y rápidamente descendió del vehículo.
Al asomarme por la ventana me percaté de que estaba comprando chicles a un vendedor ambulante.
Habiendo tenido la fortuna de viajar a y conocer otros países, traté de recordar una experiencia similar en ellos, sin éxito. Los conductores de camiones no se detienen a comprar chicles. Bueno, tampoco hay vendedores ambulantes por doquier.
Sin embargo, no es que categorice esta situación negativamente, sobre todo porque no tardó en regresar a su puesto y continuar conduciendo; simplemente me pareció un suceso curioso e interesante de la cultura local.
Leave yours