Hace más de dos meses, o algo así, me llegó una carta de nuestra compañía celularífica favorita. Me informaban que por mi buen comportamiento me han aumentado el límite de consumo mensual en un 50%.
Me extrañé, la leí otra vez y no estando seguro de su significado fui a preguntar. Y tal como lo dice: el límite de consumo (que yo suelo fijar ligeramente arriba del pago base del contrato) no significaba que me aumentara el tiempo aire, sino que ahora puedo pasarme del límite en un 50% más.
Esto representa que puedo pagarles 50% más de lo que podía antes.
No hay minutos gratis, mensajes extra, mega bytes de regalo.
Nada.
Ahora voy a poder pasarme de mis minutos más fácilmente y sin restricciones, sin saber exactamente cuánto y en qué momento, ya que la gran compañía no tiene la tecnología para informar puntualmente del gasto y minutos usados, en el caso de un plan de renta mensual.
Pues señores de la compañía: No estoy de acuerdo. Regresé mi límite a sólo 50 pesos arriba de lo que pago al mes, o de lo que debería pagar. Pregunté si era posible que no me volvieran a aumentar, que quiero explícitamente que mi límite sea ese y no se cambie sin mi consentimiento. Pero no, según el monigote, es parte del contrato.
Cito las notas de la carta:
… Rebasar el límite de consumo no exime al cliente del pago correspondiente a su saldo, ni implica la obligación (…) de suspender el servicio al alcanzar dicho límite.
Y vuelvo a citar:
Ahora vas a querer hablar más…
Esto me parece un engaño descarado, antiético, capitalista, nazi y diabólico. Disfrazan de manera pretenciosa esta información que no tiene beneficios al usuario, ya que uno mismo puede cambiar el límite en el momento que se desee. Ojalá cuando vengan los mayas a destruir el mundo, comiencen con esta empresa.
EMCLO.
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