Ayer Hace poco (domingo 3 de enero 2016), pasé una de las peores noches de mi vida. Al menos a lo que viene a mi mente ahorita, bien puede estar en el top 3. Una fiebre loca del demonio.
Veía visiones más allá del bien y el mal, y me encontraba perdido en la inmensidad de un universo paralelo.
Hasta que fuí al vet, y me dieron la medecina.
Pero la fiebre siguió, hasta dos o tres días después me repuse (más o menos) por completo.
Creí que sería relevante recordarlo.
Ya no estoy chavo.
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