Verano en Saltillo. No hay muchas novedades, aparte de la depresión tropical que arrasó con Monterrey y otras ciudades del noreste. Muchas lluvias acá, pero en ningún momento comparable con lo que les pasó allá. Se cayó el internet y todas las líneas celulares en la noche del jueves y hasta medio día del viernes, pero de ahí no pasó.
Y así pasan los días, el trabajo es bueno, aunque muy amenudo absorbente, y la vida relativamente tranquila. Extraño gente y quisiera viajar.
Personalmente no puedo quejarme, debido a que no he tenido experiencias cercanas violentas (como no-pocas personas pudieran decir en este pais), y sin embargo, me quejo de que cada vez es más lo que se escucha de inseguridad en Guadalajara. En los últimos días ha habido al menos un par de notorias balaceras/persecuciones en la ZMG. La segunda protagonizada por detonaciones de granadas.
Granadas…
Tristemente, esto se ha vuelto el pan de cada día en otras ciudades, pero Guadalajara no lo vivía así. Y ambos eventos mencionados, en días diferentes, sucedieron a un par de cuadras de donde solía vivir, una colonia “tranquila”.
Este país se hunde directo al infierno.
Y nos arrastra, al parecer inevitablemente, con él.
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